Benito Ayud
Detenido en la noche a la orilla del río', Benito Ayala estaba rodeado de hombres parecidos a él. Todos
con
los veinte y los cuarenta años, todos tocados con sombreros de petate, todos
camisas y pantalones de mezclilla, zapatos fuertes para el trabajo en clima frío, chamarras de colores y
diseños variados.
5 Todos levantan los brazos, los abren en cruz, cierran los puños, ofrecen su trabajo silenciosamente, del
lado mexicano del río, esperando que alguien los note, los salve, les hagan caso. Prefieren exponerse a ser
fichados que dejar de anunciarse, hacerse presente: Aquí estamos. Queremos trabajo.
Todos se parecen, pero Benito Ayala sabe que cada uno va a cruzar el río con un costal de recuerdos
diferentes, una mochila invisible en la que sólo cabe³ la memoria particular de cada uno de ellos.
10 Benito Ayala cerró los ojos para olvidar la noche e imaginar el cielo. Por su cabeza pasó un lugar. Era su
pueblo, en las montañas de Guanajuato. No muy distinto de muchos pueblitos mexicanos de montaña.
Una sola calle por donde pasaba la carretera. A ambos lados, las casas todas de un piso. Allí mismo los
comercios, las thlapalerías, la fonda, la farmacia. A la entrada, la escuela. A la salida, la gasolinera y los
mejores excusados del pueblo, el mejor radio, los refrescos mejor refrigerados.
15 Atrás de las casas, las huertas, los jardincitos, el riachuelos Todos los muros pintados, anunciando cervezas,
propaganda del PRI, elecciones próximas o pasadas? Viéndolo bien y a pesar de todo, un pueblo bueno,
un pueblo dulce, un pueblo con historia y con lo que el pasado le regala a sus descendientes para hacer
una vida buena.
Pero de nada de esto vivía el pueblo.
20 El pueblo de Benito Ayala vivía de enviar trabajadores a los Estados Unidos y de las remesas que los
trabajadores hacían al pueblo.
Los viejos y los niños, los escasos comerciantes, hasta los poderes políticos, se acostumbraron a vivir de
esto. Era el principal y puede que el único ingreso del pueblo. ¿Para qué inventarse otro? Las remesas eran
hospital, seguro social, pensión, maternidad, todo junto.
25 Con los ojos cerrados, detenido de noche del lado mexicano del río, con los brazos abiertos y los puños
cerrados, Benito Ayala iba recordando a las generaciones de su pueblo.
1. sur le bord du fleuve - 2. repérés - 3. caber: tenir dans qqch - 4. (mex.) les quincailleries -
Merciii de m’aider au plus vite c’est pour demain mercii